Acompañados por el presbítero José Antonio Castillo, el sábado se llevó a cabo un encuentro de diáconos permanentes, que tuvo lugar en la capilla San Pedro, ubicada en la zona rural de Goya. Reflexionaron sobre la sinodalidad, el ministerio en la vida en el diaconado y, el Código de Conducta sobre la protección de menores.
La sinodalidad en la vida y en la misión de la iglesia, que indica el camino que recorren juntos los miembros del Pueblo de Dios. Es un mandato asumido como desafío en este año jubilar diocesano, es por ello, que los diáconos abordaron el tema para profundizar el significado de este compromiso.
“En la Iglesia, la sinodalidad se vive al servicio de la misión”, para evangelizar, fue la consigna que consideraron los diáconos, para este nuevo tiempo eclesial. Considerando que “todo Bautizado es convocado para ser protagonista de la misión porque todos somos discípulos misioneros”.
El ministerio y la vida en el diaconado, también fue abordado en el encuentro. La dimensión del servicio está unida a la dimensión misionera de la Iglesia; es decir, el esfuerzo misionero del diácono abraza el servicio de la palabra, de la liturgia y de la caridad, que a su vez se realizan en la vida cotidiana.
Finalmente se ocuparon del estudio del Código de Conducta sobre la protección de menores, con el análisis de un protocolo práctico en el que se especifiquen los pasos a seguir por la autoridad en todos los momentos clave de la aparición de un caso.
Encuentro con los diáconos permanentes. Ramón Ortíz, Armando Leguizamón, Jorge Fouine, Juan Camilo López (Goya); Raul “Ruli” Nicoletti (Carolina); Juan Batalla (Perugorría); Oscar López, Héctor Enríquez (Santa Lucía) y Ramón Sánchez (Mercedes).-
